A principios del año pasado, el Gobierno estableció las subastas DICOM como el nuevo sistema de control cambiario en Venezuela. Trascurrido el 2018 (con 78 subastas), es posible analizar cómo ha variado la tasa oficial en términos del marcador no oficial y así entender mejor las intenciones del ejecutivo nacional al modificar la paridad oficial.
Un breve examen a la proporción que representó la tasa DICOM del tipo de cambio paralelo durante 2018 permite identificar los intentos de la gestión actual en mitigar la disparidad entre los marcadores cambiarios. Alzas en tal proporción suponen en primera instancia una menor brecha entre ambos tipos de cambios. El primer intento se ubicó en agosto, en el marco del “Plan de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica”, en la cual DICOM llegó a representar 64,3% del paralelo. No obstante, las tensiones cambiarias no cesaron tras ese ajuste, llevando al marcador oficial a representar apenas 20,6% de lo cotizado fuera de DICOM. Frente a ello, cerca del cierre del año, con el reciente ajuste al “valor” del petro, se volvió a realizar otra devaluación, en la que tasa oficial llegó a abarcar 80,9% del tipo de cambio no-oficial, estableciendo la brecha más pequeña desde que se conformaron las subastas.
Mas allá de la reaparición de mayores brechas, pueden existir diversas razones por la cual se realicen tales ajustes. En Ecoanalítica, consideramos que una de las razones se basa en disminuir los efectos de las presiones cambiarias sobre los precios. Por lo visto en la evolución semanal de la inflación, donde en promedio estos crecieron alrededor de 21,8%, tal herramienta lució insuficiente. Ello no hace más que reafirmar la necesidad de un cambio estructural en la forma de gestionar el ámbito económico y político del país, que permita solapar un problema tan complejo como la hiperinflación.
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