El pasado 12 de junio, el Banco Central de Venezuela (BCV) extendió el vigente cono monetario, incorporando tres piezas a los billetes existentes. Estos billetes son el de VES 10.000, VES 20.000 y el de VES 50.000. Este último sustituye al billete de VES 500 como el de más alta denominación. De acuerdo con el BCV, la inserción de estos billetes tiene la finalidad de volver más eficiente el sistema de pagos y facilitar las transacciones comerciales. En un país sumergido en hiperinflación, esta medida tiene sentido, pues los billetes van perdiendo poder de compra, necesitándose cada vez una mayor cantidad para poder comprar un mismo bien.
Visto en términos relativos, se puede calcular cuántos dólares se pueden adquirir con el billete de mayor denominación. Antes del 12 de junio, el billete de mayor denominación en Venezuela era el de VES 500, con el cual no se puede adquirir ni un cuarto de dólar. Con el billete de VES 50.000 se pueden adquirir USD 8,0 (al TC de referencia), mejorando la situación. Sin embargo, al comparar esta misma medida con otros países de América Latina, este billete tiene un bajo poder adquisitivo de dólares. En Argentina, Brasil, Chile y Colombia, el billete de más alta denominación respectivo de cada país compra entre USD 23,0 a USD 30,4. En México, por otra parte, se pueden comprar USD 52,2 con su billete más grande.
La extensión del cono monetario otorga un alivio temporal para poder realizar ciertas transacciones, pero, como se puede ver, ello no elimina sus desventajas frente a monedas de otras naciones de la región. Asimismo, a medida que la inflación en Venezuela aumenta, estos billetes perderán su poder adquisitivo, llegando nuevamente al punto de partida.
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