Una de las metas del Plan de Recuperación Económica es reducir el déficit fiscal a cero. Parte de la estrategia del Gobierno, además de las medidas de ingreso, fue reducir el gasto fiscal anclando el salario nominal a una variable que permanece constante (el petro). Esto mismo ocurrió con el valor de los bonos de la patria, los cuales han disminuido en términos reales luego del mes de agosto. El Gobierno solo aumentó la base monetaria 8,7% semanalmente en promedio durante las últimas seis semanas que han sido reportadas por el Banco Central de Venezuela (BCV), cuando -en promedio- ha aumentado 18,3% semanal los tres meses anteriores. Ello le permitió ganar más tiempo, con un recorte de gastos casi exento de costos políticos.
Tres meses después, el Gobierno se vio en la necesidad de aumentar en 150,0% el salario y, por ende, su gasto nominal. Esto tendrá fuertes implicaciones en el tamaño del déficit fiscal y será un retroceso en el ajuste. En las próximas semanas, el problema se hará evidente en las cifras de crecimiento de la base monetaria que publique el BCV. Es probable que, al igual que ocurrió en agosto, los bonos de la patria aumenten como proporción de las variaciones de la base monetaria, que habían descendido desde 59,0% en agosto hasta 12,0% en octubre.
Históricamente, el Gobierno venezolano ha tendido a ser mucho más liberal con sus gastos a finales de año, aún sin procesos electorales de por medio. En este sentido, los anuncios del presidente no dejan de ser predecibles. Nuevamente, el financiamiento de este choque de gasto público nominal vía expansión de la base monetaria reforzará la presión inflacionaria para el cierre del año.
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