Para esta fecha, se cumplen alrededor de 11 meses desde la llegada del COVID-19 y 34 semanas desde del inicio de la cuarentena en Venezuela. Durante este tiempo, las personas han debido seguir recomendaciones específicas que contribuyen a reducir el contagio del virus mientras se mantiene la búsqueda de alguna cura. Estas medidas constan en evitar lugares con congregación de personas, evitar el contacto con objetos en lugares públicos, lavarse las manos y utilizar tapabocas al salir de la casa. Mientras más días pasan las personas han comenzado a sentir “fatiga de la pandemia”, lo que se ha reflejado en la relajación de la mayoría de estas medidas, como nos muestra la data de YouGov[1].
En el gráfico se puede ver el porcentaje de personas que cumplían las recomendaciones en abril en comparación con el mes de septiembre para un grupo de países de América del Norte, Europa y Asia. Como se observa, una menor cantidad de personas continúan acatando las recomendaciones. Cuando el 78% de las personas evitaba concurrir a lugares con muchas personas en las etapas tempranas de la pandemia, esa cifra ahora es de 67,5%. Asimismo, 75,4% de las personas se lavaban las manos con frecuencia en abril, mientras que en septiembre esa cifra disminuyó 6,9 puntos porcentuales (pp).
The Economist comenta que las poblaciones de países de Asia, como China y Malasia, y del Medio Oriente mantienen una población con medidas estrictas, mientras que, en los países nórdicos, europeos y de América del Norte han sido más laxos. Esto puede deberse al cansancio de las personas por seguir de manera sostenida prácticas poco usuales y que requieren constante atención, además de su interés por retornar a sus actividades de manera regular. Según las tendencias de movilidad[2], cada vez más personas están regresando a sus puestos de trabajos y realizan actividades fuera de sus hogares. Estos cambios podrían explicar, en parte, el desarrollo de la segunda ola de contagios en Europa.
El uso del tapabocas se mantiene como la medida más aceptada internacionalmente y la única que ha mostrado un incremento desde el inicio de la pandemia. Cuando antes sólo 44,5% de las personas lo usaban al salir de casa, en septiembre el número aumentó a 69,3%. Todos desean retomar sus actividades previas a la pandemia; sin embargo, pareciera aceptar que los tapabocas llegaron para quedarse y formar parte de la “nueva normalidad”.
[1] YouGov (2020). Personal measures taken to avoid COVID-19.
[2] Our World in Data (2020). Mobility Trends.
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