Los venezolanos tienen muchas costumbres características para estas épocas del año, principalmente lo relacionado a la gastronomía. Sin embargo, cada año, más venezolanos desisten de cumplir con las mismas debido al incremento de su precio que alimenta la reducción del poder adquisitivo de los ciudadanos.
El kilo de uvas (importadas), que cumplen la típica tradición junto a las doce campanadas, de anunciar la llegada del año nuevo, tienen un precio de VES 10.000.000, lo que representa un aumento de 3.953% con respecto al año pasado cuyo precio se ubicó en VES 253.000. Este aumento su precio fue menor que el correspondiente a su aumento de 2019 comparado con 2018, que fue de 4.217%. Al ser un producto mayormente importado, su precio se ve influenciado significativamente por las variaciones del tipo de cambio.
Al respecto, si se compara el alza en el precio de las uvas en un año con el ajuste anual del tipo de cambio no oficial en noviembre, las divisas han perdido 32,2% de su “capacidad” para adquirir uvas. En otras palabras, respecto a lo visto el año pasado, los venezolanos requieren 1,47 USD para adquirir la misma cantidad de uvas que se compraba en noviembre de 2019 con solo 1 USD. Si, por ejemplo, un kilo de uvas costaba el equivalente a 10 USD el año pasado, actualmente ese mismo kilo cuesta (en promedio) cerca de 14,7 USD. Este fenómeno, en el que la variación de los precios en el país es superior a las variaciones del tipo de cambio, genera apreciación real del Bolívar, lo que resulta en que los bienes y servicios nacionales se encarezcan en moneda extranjera y los bienes importados resulten más baratos en moneda nacional, comparado con los bienes nacionales.
Es por esto que los anaqueles se llenan cada vez más con bienes importados y las calles con bodegones, hecho que seguirá ocurriendo mientras el Bolívar siga sobrevaluado en términos de dólares.
|