En medio de una cuarentena que acumula ya 9 meses (con sus respectivas flexibilizaciones), la situación de los servicios públicos y privados en Venezuela, como electricidad, agua y conexión internet, no parece haber mejorado. Al contrario, el acceso a varios de estos servicios ha disminuido, acompañado también por una caída en su calidad, dificultando la capacidad de los venezolanos de sobrellevar efectivamente el confinamiento.
Lo anterior es evidente gracias a encuestas realizadas por el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP) a lo largo del territorio nacional. En estas, se destaca cómo el acceso a servicios de agua, electricidad e internet disminuyó 2,3 puntos porcentuales (pp), 4,2 pp y 12,6 pp entre junio 2019 y junio 2020, respectivamente. En cambio, el acceso a servicios como gas doméstico, aseo urbano y telefonía móvil se mantuvo relativamente estable en 93,2%, 64,4% y 63,8% en el mismo lapso.
Dichas cifras revelan el frágil estado de los servicios públicos y privados en Venezuela, los cuales han disminuido su capacidad de suplir la demanda de los venezolanos, disminuyendo también su calidad. La OSVP señaló que, para junio 2020, 68,2% de los encuestados calificaron negativamente el servicio de agua, 65,3% la calidad del internet y 58,8% el servicio de electricidad. Adicionalmente, el servicio de telefonía móvil pasó de ser calificado positivamente por 44,4% de los encuestados en 2019 a solo 34,7% de estos en la última encuesta realizada.
Ya sea en estado de cuarentena o no, la marcada contracción que la economía venezolana acumula en los últimos 7 años parece propiciar el colapso general de los servicios básicos. Con el esparcimiento del coronavirus, la contracción de la economía y la reducción del gasto público, solo se puede esperar que la calidad y capacidad de estos servicios se mantenga o, probablemente, empeore. Dificultando, de esta manera, la capacidad de los venezolanos de recuperarse, o sobrevivir, el ambiente económico actual.
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