Todos los meses, el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-Fvm) estima el precio de la Canasta Alimentaria Familiar (CAF), integrada por más de veinte alimentos básicos del consumo de los venezolanos. A lo largo de los años, debido al contexto inflacionario en el que nos encontramos, para los hogares ha sido cada vez más difícil adquirir los alimentos de la canasta.

El gobierno, en un intento por compensar esta situación, ha recurrido a aumentos del salario integral mínimo. Sin embargo, estos aumentos nominales insuficientes más bien representan disminuciones reales, lo que significa que un salario cada vez compra menor proporción de la CAF. Para septiembre de 2012, pico más alto en los últimos ocho años, el salario integral mínimo (de VEF 3.037,5) compraba 77,3% de la CAF (la cual se ubicaba en VEF 3.931). Para el mes de junio de este año, el salario integral mínimo (VEF 2.555.500) compra 0,7% de la CAF (VEF 378.300.618). Esto representa una pérdida de 99,1% del valor adquisitivo del salario mínimo con respecto a la canasta alimentaria; requiriéndose –hoy día-148 salarios integrales mínimos para adquirir la totalidad de la CAF.

Todo apunta a que en los próximos meses el precio de la CAF seguirá aumentando, sin ser compensado por incrementos salariales proporcionales. Hasta no frenar la hiperinflación, no habrá aumentos salariales que impidan un grado creciente de miseria.