Durante el periodo de Maduro, Venezuela ha experimentado un deterioro acelerado de su economía: el precio petrolero ha disminuido 22,5% en lo que va de año, en Ecoanalítica proyectamos la tasa de inflación para el cierre de 2015 en 208,6% y que el poder adquisitivo ha disminuido 33,8%, y los controles se han acentuado. Por ello, no es descabellado pensar que la aceptación del presidente Maduro ha disminuido de manera acelerada en lo que va de año.

En las elecciones del 6 de diciembre (6D), un escenario en el que la oposición gane la mayoría calificada deja abierta la posibilidad de diversas opciones para generar cambios y, a la vez, puede dividir a la oposición sobre qué postura tomar. Los más radicales buscarán una salida anticipada del Ejecutivo a través de la convocatoria a un referendo revocatorio, mientras que los moderados tratarán de balancear los poderes asignando opositores en las instituciones públicas (Tribunal Supremo de Justicia, CNE, Fiscalía, etc.).

En el escenario en el que la oposición gane mayoría simple puede producirse un choque de poderes entre el Gobierno y la oposición, ya que esta no podrá solicitar ni referendo ni enmiendas constitucionales que afecten directamente al Ejecutivo. Así, en este escenario deberá imperar la negociación. Por último, el escenario menos probable pero no imposible es uno en el que el oficialismo gana las elecciones, por lo que el Gobierno sufre una pérdida de credibilidad (aún mayor), la crisis económica se acentúa y la población es la más afectada. A su vez, el fraude aumenta la posibilidad de una salida no constitucional.

Si la oposición gana tanto la mayoría simple como la calificada, no es el final de la batalla, es apenas un primer paso hacia la transición. Mucho se ha especulado acerca de lo que se puede o no hacer con los poderes que confiere una mayoría en la AN, si bien el Gobierno aún contaría con la mayoría de los poderes constitucionales de su lado, el poder legislativo puede modificar la composición de los mismos. Sin embargo, independientemente de si la oposición gana la mayoría simple o la calificada, el quiebre del modelo es innegable.