Con las cifras de la actividad económica, el Banco Central de Venezuela (BCV) publicó también las cifras de la balanza de pagos (BP) correspondientes al tercer trimestre de 2015 (3T2015). Las cifras demuestran un importante cambio de signo en la cuenta corriente, que por años había registrado saldos positivos, pues ha experimentado un consecutivo déficit en los últimos cuatro trimestres.

El primer detalle que ha de observarse en las cifras es que fue realizado un ajuste en los datos históricos desde 2006, lo cual implica la consolidación de datos preliminares con la información final recabada por el ente emisor. Sin embargo, es resaltante que el ajuste implicó cambios importantes en la serie histórica.

Para el 2007, el asiento del saldo de la cuenta corriente pasó de US$17.345 millones a US$13.464 millones. Esta caída obedece principalmente a aumentos en el déficit del saldo de la balanza de servicios y la disminución en el superávit en la balanza de renta. Para el 2012 el superávit en cuenta corriente disminuyó de US$12.016 millones a US$2.586 millones. Este cambio obedece a aumentos en los déficits en las balanzas de servicios y de renta, y a importantes cambios en la balanza comercial, con incrementos sustanciales en el registro de las importaciones petroleras y no petroleras.

La cuenta capital y financiera registró un superávit acumulado de US$10.773 millones al 3T2015, lo que constituye un importante cambio de signo, debido a que estructuralmente financiaba su déficit en cuenta financiera con los superávits en cuenta corriente. Sin embargo, ante la difícil coyuntura externa, tanto el sector público como el sector privado han apelado a la desacumulación de activos externos para sobrevivir.

Todas estas cifras hicieron que el país registrara desacumulación de reservas. Esto sin contar el último trimestre, en el que el precio del crudo continuó bajando. A pesar de la contracción de las importaciones, el déficit de US$28.681 millones en el flujo de caja se logró cubrir en parte gracias a una serie de operaciones financieras poco ortodoxas y el uso de activos externos.