2015 ha sido uno de los años de peor desempeño económico en la historia moderna de Venezuela. Las distorsiones económicas se han hecho paso en una economía cada vez más debilitada y han afectado negativamente a casi todas las variables macroeconómicas del país. El consumo se encuentra entre estas variables, lo cual no es de extrañar, puesto que los altos niveles de inflación que ocasionan la caída de las remuneraciones reales, la escasez y la depreciación del mercado paralelo han hecho de las suyas. La importante inflación, la permanente escasez así como el importante incremento en los costos de las importaciones han sido factores elementales en lo que a la contracción del consumo se refiere, sin embargo, la pregunta prevalece, a este escenario, ¿Quién puede consumir a una tasa más elevada? Un trabajador cuya remuneración sea en dólares puede fácilmente saltarse todos los efectos negativos mencionados anteriormente e incluso tomar ventaja de estos. ¿Por qué? Porque actualmente el diferencial cambiario entre la tasa del consumidor1 y la del mercado paralelo se encuentra en 250,5%. Lo que para algunos consumidores se hace imposible de adquirir, para los que obtengan ingresos en dólares es una realidad completamente distinta, una realidad en donde se puede conseguir casi de todo, más caro, pero se consigue. Con este diferencial, obtener algún tipo de remuneración en dólares permanece como el sueño dorado de cualquier trabajador venezolano. |