Las secuelas de la guerra entre Ucrania y Rusia no han hecho más que empezar. Ambos países producen una fracción importante de las materias primas demandadas en todo el mundo y tanto el conflicto en sí mismo como las sanciones a Rusia pueden afectar la oferta global. Para dimensionarlo, es oportuno hacer una revisión de las cuotas de mercado de cada país previo a la pandemia, destacando que entre Ucrania y Rusia son responsables del 55,7% de las exportaciones globales de aceite de girasol, ubicándose como primer y segundo exportador mundial, respectivamente.

Asimismo, el mercado de cereales puede ser uno de los más perjudicados por las posibles restricciones que enfrenten ambos países, ya que entre ellos abarcan el 16,3% de las exportaciones de cereales en todo el mundo. Resalta el trigo, debido a que Rusia es el primer oferente de este cereal con el 16,4% del total exportado, mientras que Ucrania ocupa el quinto lugar con el 9,4%. Otros cereales en los que las distorsiones en la oferta serán importantes son la cebada y el maíz, en los que Rusia y Ucrania, en conjunto, son responsables del 19,8% y 16,1% de las exportaciones, respectivamente.

Por otra parte, la expectativa de sanciones sobre el sector energético ruso ha despertado preocupación en los mercados internacionales, lo que se ha traducido en precios de la energía que no se veían desde 2008. Esto debido a que Rusia exporta el 10,5% del petróleo mundial, el 16,3% del carbón y el 7,2% del gas natural licuado. De hecho, Estados Unidos ya prohibió la importación desde Rusia de estas tres materias primas y se especula con que otros países tomen medidas similares, por lo que todavía falta por conocer cuáles serán las consecuencias finales de esta coyuntura.