GRÁFICO DE LA SEMANA: “UCRANIA TIEMBLA Y EL PRECIO DEL BARRIL SALTA”

El pasado lunes 14 de febrero, el precio del barril de crudo West Texas Intermediate (WTI), el petróleo de referencia en Estados Unidos, cerró en USD 95,46. Lo que representa una subida de 44,2% con respecto al cierre del mes de noviembre del 2021, y 366,1% respecto a marzo de 2020, el comienzo de la pandemia. 

Esta subida de precios parece que no tiene frenos, y motivos para la misma no sobran. La demanda de crudo en Asia sigue fuerte, la coyuntura geopolítica en Ucrania producto de las amenazas rusas han generado la incertidumbre, y la variante Omicron no ha frenado la actividad económica tanto como se pensaba.

Por otro lado, el crudo de referencia venezolano, el Merey, se posicionó al cierre de enero en USD 63,58; 803,1% por encima del mínimo histórico en abril de 2020, previo a la pandemia, cuando el precio del petróleo venezolano valía USD 7,04. La brecha entre el crudo venezolano y el WTI ha pasado de USD 5,48 a USD 19,58 entre el cierre de 2016, y el cierre de enero de 2022. Este descuento con el que Venezuela debe ofrecer su petróleo para comercializar, producto de sanciones, la calidad del crudo y la poca penetración en el mercado asiático, se traduce en que no disfruta del todo, el alza de precios de crudo, como otros países petroleros.