Después de marchas y contramarchas, enroque, rumores, entre otros elementos propios de una novela policial, el Ejecutivo Nacional parece haber optado por abandonar (¿por ahora?) el plan de ajustes propuesto por Rafael Ramírez, defenestrado de Pdvsa y la Vicepresidencia Económica y optó por más de lo mismo: seguir corriendo la arruga, con medidas aisladas pensadas más bien para sortear las dificultades que para resolverlas. El resultado es una economía que cerrará este año con una severa contracción en la actividad económica, un nuevo récord en la tasa de inflación y un diferencial cambiario exacerbado.
El panorama para 2015 no luce nada halagador: al optar por un ajuste cambiario tímido (expresado principalmente en el traslado de rubros desde la tasa VEB 6,3/US$ a la tasa vigente en Sicad I), es claro que el financiamiento monetario del banco central a las empresas públicas (destacando Pdvsa) se mantendrá por lo que en 2015 esperamos que la tasa de inflación alcance 96,1% en nuestro escenario base. Por el lado de la actividad económica, ajustamos nuestro estimado de crecimiento de la economía a -4,0% para este 2014 y -4,5% en 2015. Es decir, dos años seguidos de contracción económica.
Es importante destacar que cuando vemos el crecimiento por sector institucional, destacamos una leve recuperación del sector petrolero versus el no petrolero. Para 2014 estimamos que el sector petrolero tenga una variación de 1,2% y en 2015 1,3%, en base interanual. La razón tiene que ver con el impacto que tendrán los recientes acuerdos petroleros que ha venido firmando Pdvsa pensados principalmente para evitar que la producción de crudo continúe cayendo. Respecto a la economía no petrolera es importante destacar que reconstruir la cadena productiva puede resultar sumamente costoso y puede llevar más tiempo de lo que el Gobierno cree.
LA CANASTA ALIMENTARIA DE LOS VENEZOLANOS SE COME EL SALARIO MÍNIMO
El resultado es una economía que cerrará este año con una severa contracción en la actividad económica, un nuevo récord en la tasa de inflación y un diferencial cambiario exacerbado.
En términos de poder adquisitivo, avizoramos una caída significativa, lo cual no sorprende dado los estimados de inflación. Esto tendrá impactos en el consumo privado y en lo relativo a la tensión social, pues los trabajadores exigirán mayores incrementos salariales. Nuestro estimado de incremento de salario mínimo en 2015 (respecto a 2014) es de 70,0%. Y la mayor presión será en los empleados del sector público.
En esta etapa un elemento de preocupación a tomar en cuenta es la falta de liderazgo en la conducción del equipo económico. En el pasado, para bien o para mal, existía un funcionario que llevaba las riendas del tema económico en el gabinete ministerial: Giordani, Merentes, Ramírez. En la actualidad no visualizamos un funcionario que liderice el tema económico, lo que vemos es un esquema de dirección colectiva: el tema cambiario en manos del vicepresidente Arreaza, el tema financiero en manos de Marcos Torres, el petrolero con Eulogio del Pino a la cabeza; por destacar los funcionarios más emblemáticos. La ausencia de un líder en el tema económico, en nuestra opinión, es un elemento importante de incertidumbre y sugiere que no hay una dirección clara de qué hacer en materia económica.
En materia cambiaria, mantenemos el escenario de restricción de divisas dado el ajuste tímido que se ha escogido en el tipo de cambio oficial. Esperamos cambios en la normativa de funcionamiento del Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex), donde se priorice la entrega de divisas a los llamados sectores productivos (manufactura principalmente) en detrimento del sector comercial. La tendencia del Estado como principal importador se mantiene: en 2014 estimamos que las importaciones públicas sean 45,0% del total y ese porcentaje se ubique en 46,0% en 2015. El promedio de los últimos cinco años ha sido de 37,9%.
En materia fiscal, el gobierno continúa incrementado el gasto sin control. No hay ningún avance. Al cierre de agosto, el gasto publicado por la Oficina Nacional Tesorería (ONT) se incrementó 17,1% en términos reales. Nuestros estimados apuntan a que este año, el sector público cierre con un déficit récord de 21,8 puntos del producto interno bruto (PIB), precedido de uno de 16,9 puntos de PIB en 2013. Está situación de desequilibrio fiscal mantendrá presionado el tipo de cambio no oficial.
La cobertura en la actual coyuntura es una necesidad imperiosa. Si bien en una economía como la venezolana, la cobertura siempre ha estado presente, en la actualidad, los niveles esperados de devaluación en el tipo de cambio no oficial e inflación para el corto y mediano plazos, obligan al sector privado a un diseño permanente de estrategias de cobertura para evitar un deterioro generalizado en su posición de activos en moneda local.
Respecto a América Latina es importante destacar que esperamos un crecimiento de 1,3% este 2014, menor al 2,4% experimentado en 2013, producto de una desaceleración en Brasil y para el próximo año esperamos una expansión de 2,5% en América Latina. Venezuela, sin embargo, verá contraída su economía en 4,0% durante el presente curso y difíciles perspectivas de crecimiento durante 2015.